El pequeño vino al mundo el 3 de febrero, coincidiendo con el 38º cumpleaños de Sara, que está encantada con su papel de tía. La hemos visto comiéndose a besos al niño y asimismo paseando con él por las calles de Corral de Almaguer, su pueblo, donde posee una preciosa casa de unos 400 m2. Martín ha heredado la belleza de su madre, rubio y con los ojos azules, y las cualidades futbolísticas del padre. El pequeño se está formando en las categorías inferiores del club blanco.
Fue un día muy especial, en el que el pequeño cumplió seis años y su madre, orgullosa de él, deseó compartir la emotiva felicitación que le dedicó. La periodista toledana lanzó una elaborada reflexión sobre lo que es ser mamá y el papel que tienen los segundos hijos en la familia, una reflexión que de bien seguro haría saltar la lagrimilla a alguno de sus leales seguidores. Para la comunicadora este verano tiene nombre propio y es el de su sobrino. La que publicó en primicia el pasado mes de septiembre que Irene Carbonero estaba aguardando su primer hijo al lado de su pareja, Patricio Martínez, que trabaja en una agencia de viajes de mucho lujo.
Sara ha reconocido que tiene bastante fortuna de tener a Irene a su lado y se funde al verla en su papel de tía. Ahora han gozado juntas de las fiestas del pueblo, un lugar que es cobijo para la periodista. “Los segundos son de otra pasta, los segundos tienen el cielo ganado, los segundos son mucho más independientes, espabilados y autosuficientes. Son unos supervivientes… Nos encontramos hartos de oír y reiterar estas frases”, comienza una curiosa reflexión. “En esto de la maternidad, como en todo, no se debe generalizar, pero es cierto que los segundos desde que nacen tienen que ingeniárselas para hacerse su lugar y conseguir sin ellos solamente sospecharlo que sus hermanos mayores no les vean como el enemigo”, prosigue orgullosa, haciendo referencia a todos esos pequeños que tienen un hermano mayor. Martín jugó en el club deportivo Pozuelo desde el momento en que retornaron de Oporto hasta el año pasado. Sin embargo, los técnico de las categorías inferiores del Real La capital española le echaron un ojo y vieron que era una joven promesa como guardameta.
La periodista deseaba tratar su último ingreso hospitalario de la manera mucho más discreta posible, sin embargo, la prensa se ha hecho eco de la novedad. El pasado lunes 19 de noviembre la presentadora asistió a la clínica universitaria de Navarra y fue operada de urgencia. En un comienzo, la toledana prohibió la visita de familiares, tal como la de Iker Casillas y Nacho Taboada a fin de que la noticia no se filtrase, no obstante ahora que ya está en todas partes, los familiares de Sara se han personado de manera escalonada en el hospital. Desvelan que está todo bien, aunque no han dado mucho más datos de esta operación que llega tres años después de detectarle un cáncer de ovario.
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“El infinito tiene forma de ocho acostado. Ya lo has conseguido, Mico. Somos infinitos. Feliz cumpleaños, mi vida”, comentaba públicamente la periodista. Sara Carbonero y también Iker Casillas se convertían en progenitores por segunda vez el 2 de junio de 2016. Lucas vino al mundo dos años y medio tras la llegada de Martín, su hermano mayor, que nació en enero de 2014. El pequeño vino al mundo, para alegrar mucho más aún la vida de sus padres, que, aunque hoy en día lleven vidas por separados, se detallan mucho más unidos que jamás por sus hijos.
Milita en los alevines del equipo más laureado del mundo y ha amado hacer un guiño a su madre y se ha inscrito con el apellido materno. Quizá para procurar pasar lo mucho más inadvertido posible ante los rivales, si bien la presencia habitual de sus padres en las gradas le hacen más difícil el anonimato. Tras poner fin a su matrimonio, los dos han demostrado que sostienen una próxima relación por el bien de los 2 niños. Martín, el hijo mayor, cumple 8 años y Sara Carbonero le ha escrito una emotiva felicitación mediante las redes sociales.
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Su gran desempeño con el Pozuelo, club en el que jugaba antes, despertó el interés de los técnicos de Valdebebas, que no dudaron en reclutarle. De la misma su padre, el hijo mayor de Iker Casillas, Martín Casillas, ha comenzado a formarse como jugador de fútbol en la cantera del Real La capital de españa. Hoy en día, Martín juega en el Benjamín B, pero en el dorsal de su camiseta eligió portar el apellido de su madre, la periodista Sara Carbonero. Iker Casillas y Sara Carbonero han comunicado su separación en el mes de marzo de 2021.
Pese a la ruptura sentimental de la pareja, el futbolista y la periodista han seguido sosteniendo una increíble relación fundamentada en el respeto mutuo y la impoluta discreción con la que llevaron su amor que persiste en la separación. Así lo atestigua el viaje que ambos y sus dos hijos hicieron hace un año a Oporto, durante el puente de la Constitución, dejando claro que la sensación de familia es una actitud y no una condición. “Seguiremos juntos en la fantástica labor de continuar siendo progenitores dedicados”. Estas fueron las palabras con las que Sara Carbonero y también Iker Casillas explicaron que, más allá de que su relación sentimental había terminado, seguirían juntos como familia por los 2 hijos que tienen en común, Martín y Lucas. Prueba de ello pertence a los viajes que los paparazzis les pillaron realizando hace tan solo unas semanas, cuando la periodista y el deportista pusieron rumbo a Portugal junto a los inferiores. Casillas negó que fueran pareja ni que hubiesen mantenido siquiera una relación ocasional.
En un escueto comunicado, la pareja pedía respeto y con su discreta actitud y buen talante, supieron predicar con el ejemplo. “Yo no soy como mi padre en el momento en que yo era pequeño. Como a mí me gustaba el fútbol estábamos todo el día jugando. Me chutaba el balón y me llevaba a un cole a divertirse y me encantaba, pero yo, en ese sentido, no soy un padre que incite a sus hijos al fútbol”, explicó. “El mayor, por poner un ejemplo, ha dicho que el fútbol no le llama mucho, que quiere ser deportista, que le gusta bastante correr, por el hecho de que corre mucho y quiere ser atleta”, ha dicho. La periodista está muy unida a su hermana Irene, de ahí la enorme conexión que existe entre sus hijos. Las dos comparten pasión por la tendencia, los tatuajes y siempre fueron un apoyo primordial la una para la otra.
El niño prosigue los pasos de su padre como portero de los alevines del club blanco, tal y como señala La Razón. Aunque Martín juega con el apellido de su madre y no con el de su padre, tal vez para procurar pasar más inadvertido y que no le tachen de favoritismo. Sara Carbonero y también Iker Casillas celebraban ayer el cumpleaños de su segundo hijo, Lucas.
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“Creo que sé escuchar, soy buena en el momento en que alguien me cuenta un inconveniente. También soy un poco intensa, que es una virtud para muchos”. La periodista también charla en su escrito de una incomodidad que experimentan muchos padres, sobre si es posible querer a un segundo hijo tanto como al primero. “O que el amor no solo no se divide sino se multiplica por infinito. Que lo que nos marcha con un niño no posee por qué hacerlo con otro. Que los retos, conmuevas y miedos proseguirán siendo exactamente los mismos y que por más que tratemos de no reiterar los fallos cometidos, vamos a caer en otros distintas”, dice la periodista deportiva.
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Iker y Sara ya han acudido, más de una vez, a los partidos y entrenamientos de su hijo. Tanto la familia como El Real La capital de españa eligieron por proteger la identidad del hijo de una historia de historia legendaria de la portería, pero si comienza a hacer grades partidos y resaltar como lo está haciendo, será bien difícil esconder su talento y su apellido. La idea de ponerse Carbonero está concebida para que se le asocie como Martín y no como Casillas, en tanto que lo de ser el “hijo de” es una sombra y una responsabilidad muy difícil de llevar, aunque apunta a ser un óptimo sucesor de su padre. Sara ha rehecho su vida sentimental, primero con el cantaor Kiki Morente, y en la actualidad con el asimismo artista, de origen zaragocí, Nacho Taboada.